DOMINGO DE PENTECOSTÉS. CICLO C

DEBEMOS DEJARNOS INTERPELAR POR EL ESPÍRITU SANTO

Jesús al despedirse de los suyos, les prometió un gran regalo: la fuerza de lo alto. Y la fuerza de lo alto, el Espíritu, descendió sobre ellos, con su eficacia arrolladora. Eran doce, y se tornaron doce antorchas. Cristianizaron las naciones. Hoy somos muchos más – mil millones – y las naciones se descristianizan. ¿Qué sucede?¿Acaso no nos dejamos interpelar por el Espíritu, como todo bautizado?

Monseñor Iniesta, hace años, dio en el clavo:

“Me cuesta trabajo comprender – escribía – por qué nos cuesta tanto a los cristianos hablar en cristiano descaradamente. Mejor aún: hablamos de cosas que no nos importan demasiado, como si nos importasen de verdad, y no hablamos casi nunca de lo que nos importa, realmente. Nos preguntamos con frecuencia sobre la salud del cuerpo, pero no nos preguntamos por la salud del alma, de la fe, de la vida cristiana, de la amistad con Cristo, de la experiencia del Espíritu, del trabajo eclesial, de la evangelización. Cosas más importantes, y que nos importan de verdad”.

Nos cuesta hablar en cristiano

Es verdad; nos cuesta hablar en cristiano. Es más discreto hablar del tiempo, de política, de chismes, que sé yo. El gran tema no surge, o surge apenas. Nos da apuro, nos sonroja. A lo peor – y eso es lo malo – es que no interesan realmente. Ni entre religiosos, a veces. Ni entre monjas.

¿Y si a partir de ahora, por fin, diéramos la cara por Cristo ?

Porque somos unas personillas acomplejadas, humilladas, dispuestas a bajar la frente ante los imperativos del que dirán. Llevamos un tesoro en vasos de barro y lo ocultamos, lo ponemos bajo el celemín, como avergonzados de su noble carga. Cuesta dar la cara, ya lo sé. Se necesita coraje e intrepidez para confesar la fe, pero nobleza obliga. La fuerza de lo alto nos dará su fuerza.

Imitemos a los apóstoles, a los santos, a los mártires si fuera necesario. Y hagamos fuego nuestra ceniza en los rescoldos de su alta llama.

 Homilái D. Norberto García Díaz. De la Revista » Vida Nueva «

8 de junio 2025

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